Nápoles, vibrante y auténtica, es una ciudad cargada de historia y tradiciones. Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto fascinante de callejuelas, iglesias, mercados y vida cotidiana. Es también la cuna de la pizza napolitana, una de las expresiones culinarias más representativas del mundo, y se encuentra dominada por la imponente figura del Vesubio.
Sorrento, con su encanto mediterráneo, ofrece espectaculares vistas del Golfo de Nápoles. Conocida por su producción de limoncello, su pequeño centro histórico está lleno de talleres artesanales, restaurantes tradicionales y vistas románticas. Es también un excelente punto de partida para excursiones a la Costa Amalfitana y a las islas del golfo como Capri.
Pompeya es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo. Enterrada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., ha sido maravillosamente conservada y hoy permite a los visitantes caminar por antiguas calles romanas, admirar villas con frescos intactos, templos, anfiteatros y una ciudad que revive cada día ante los ojos de quienes la recorren.