Nápoles es una ciudad con una historia milenaria. Cada rincón encierra un misterio, cada callejón cuenta una historia, y sus caminos han visto pasar a artistas, escritores y músicos que encontraron aquí su fuente de inspiración, convirtiendo a Nápoles en su musa.
Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, es el más extenso de Europa y un auténtico cofre de monumentos, arquitectura y atmósferas que condensan 2.700 años de historia.
En el Golfo de Nápoles se encuentra la encantadora isla de Procida, parte del archipiélago de las Islas Flégreas junto a Isquia, Vivara y Nisida. Procida ha sido elegida como escenario de numerosos filmes gracias a sus paisajes y su arquitectura mediterránea única. Entre los más conocidos destaca Il Postino de Massimo Troisi.
El barrio pesquero de Corricella es el más pintoresco de la isla, con su plaza principal dedicada a Troisi, desde donde se contempla una de las vistas más hermosas del mundo. Las casas están construidas unas sobre otras y pintadas de vivos colores: según la tradición, los pescadores las pintaban así para poder reconocerlas desde el mar.
Otro detalle fascinante de Procida es su microclima, que permite el cultivo de un tipo único de limón: más grande, más dulce y perfecto para elaborar especialidades locales como el limoncello y la crema de limón.