Patrimonio de la Humanidad desde 1995
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El centro histórico de Nápoles es una de las zonas más antiguas y fascinantes de la ciudad, un laberinto de calles estrechas y sinuosas, edificios antiguos y iglesias históricas, lleno de tradiciones y relatos.
¿Por qué el centro histórico de Nápoles es Patrimonio de la Humanidad?
“Desde Neápolis, fundada por los colonos griegos en el 470 a.C., hasta la ciudad moderna, Nápoles ha conservado las huellas de las culturas que florecieron en Europa y en el Mediterráneo. Esto la convierte en un lugar único, con una riqueza de monumentos excepcionales como la Iglesia de Santa Clara y el Castillo Nuevo.”
Una ciudad con milenios de historia
Nápoles es una de las ciudades más antiguas de Europa; sus orígenes se remontan al siglo IX a.C. cuando fue fundada bajo el nombre de Parténope. Más tarde, en el 470 a.C., pasó a llamarse Neápolis, es decir, Ciudad Nueva.
El tejido urbano del centro histórico conserva muchos elementos de su larga historia, como la disposición en forma de cuadrícula rectangular de la antigua fundación griega.
¿Por qué visitar el centro histórico de Nápoles?
La historia de la ciudad, y especialmente de su centro histórico, está estrechamente vinculada a su ubicación en el Golfo de Nápoles y su rol como puerto fundamental.
Como afirmó la UNESCO:
“Nápoles ha tenido una gran influencia en Europa desde la antigüedad, siendo un centro importante de la Magna Grecia y de la República Romana. Su rol como actor principal entre los centros culturales más influyentes de la región mediterránea se reafirmó en la Edad Media, y nuevamente desde el siglo XVI hasta el XVIII, siendo una de las principales capitales europeas e influyendo en muchos campos culturales, especialmente en el arte y la arquitectura.”
Centro histórico de Nápoles, qué ver
La influencia de Nápoles es aún hoy claramente visible en sus antiguas fortalezas, en complejos reales como el Palacio Real, la Basílica Real de San Francisco en la Plaza del Plebiscito, el famoso Teatro San Carlo, la Galería Borbónica subterránea, la Iglesia de Jesús Nuevo (un extraordinario ejemplo de arquitectura barroca), los palacios y las iglesias construidas por familias nobles, obeliscos, monasterios, claustros, museos, catacumbas, estatuas, monumentos y numerosos excavaciones arqueológicas.
El centro de Nápoles es un descubrimiento continuo: en cada rincón, en cada calle, desde los monumentos más extraordinarios hasta la vida cotidiana, densa de historias y tradiciones, que hacen de Nápoles una ciudad única en el mundo.
La pizza napolitana, un patrimonio inmaterial de la humanidad
Además, en 2017, el arte del pizzaiolo napolitano fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Si visitas Nápoles, ¡aprovecha la oportunidad para probar la deliciosa pizza napolitana auténtica!