La leyenda de las brujas en Benevento se remonta a la época de los longobardos, cuando estos pueblos germánicos se asentaron en la región. Según la tradición, fuera de las murallas de Benevento, se reunían bajo un frondoso nogal sagrado para celebrar rituales paganos dedicados a su dios Wothan.
Los guerreros más valientes demostraban su destreza en una curiosa prueba: montaban sus caballos de espaldas e intentaban arrancar un trozo de piel de serpiente o víbora —animales sagrados para los longobardos— colgada de un nogal. Quien lograba comer ese trozo se consideraba invencible en la batalla.
Tras la competencia, comenzaban danzas salvajes y rituales orgiásticos en los que también participaban mujeres. Estos ritos, vistos con ojos cristianos siglos después, fueron la base del mito de las brujas de Benevento, que ha fascinado a generaciones.
Una mezcla de historia, leyenda, paganismo y misterio que transforma esta experiencia en un viaje único a través del folclore y la espiritualidad de una ciudad encantada.